Cómo expresarse en público: la comunicación no verbal

Son muchos los procesos selectivos que, durante su desarrollo, incluyen una prueba oral que requiere saber cómo expresarse en público.

La gran mayoría de estas oposiciones pertenecen al grupo A1, y sus aspirantes suelen pasar por lecturas de los temas escritos (popularmente conocido como “cantar el tema”), exposiciones orales sobre programaciones y proyectos, e incluso defensas sobre su paso por allí.

Lo habitual en estos casos es que los nervios te puedan. Da igual cuánto hayas ensayado o cuántos familiares y amigos te hayan hecho las veces de público; los imprevistos son inevitables.

Desde meludus sabemos por lo que pasáis y lo difícil que es. Por este motivo, queremos echaros un cable con algunos consejos a la hora de expresaros en público oralmente.

Esta semana nos centraremos en la comunicación no verbal.

¿Qué es la comunicación no verbal?

La comunicación no verbal son todos aquellos aspectos de la comunicación complementarios al lenguaje, es decir, los gestos, miradas, muecas, e incluso algunas características del lenguaje verbal, como por ejemplo la fluidez o el tono.

Este tipo de comunicación procura al espectador una valiosa información, y no solo de aquello que intentamos transmitir, sino de nosotros mismos.

Para que os hagáis una idea, los expertos creen que durante el transcurso de una charla la comunicación no verbal tiene un peso de aproximadamente un 70% del total de la comunicación. Por su parte, la verbal únicamente rondaría el 30%.

Dentro de ella, podemos diferenciar tres grandes bloques. ¿Os parece que aprendamos algo más de ellos?

Expresarse en público: Paralingüística

Es la parte de la comunicación no verbal asociada al lenguaje verbal, o en otras palabras, se trata de aquellos “adornos” que damos al lenguaje a la hora de expresarnos.

Seguro que a todos os suenan términos como el tono, el ritmo, volumen, o el timbre. Pues bien, son en buena parte los responsables de la pérdida o ganancia de atención de vuestros interlocutores.

Imaginaos una exposición en la que el aspirante no enfatiza palabras, varía el volumen, utiliza silencios para dramatizar la situación, o emplea tonos correctos al realizar preguntas. ¡Sería todo un desastre!

Estos aspectos son de suma importancia. Solo con la paralingüística podemos indicar a nuestro público en qué lugar hay un matiz importante, dónde deben fijar su mirada, e incluso podemos recobrar su atención.

No se trata de ser una “montaña rusa” de la paralingüística, pero sí es necesario emplearla de forma correcta para que los resultados sean óptimos.

Expresarse en público: Kinesia

La kinesia es la parte más “física” de la comunicación no verbal.

Está constituida por los gestos, las miradas y expresión facial, y por supuesto, la postura corporal al expresarse en público.

Seguimos con el ejemplo desastroso anterior. A una exposición en la que la paralingüística brilla por su ausencia vamos a añadirle que el aspirante se ha paralizado y ha decidido no gesticular, moverse, y casi ni pestañear.

Pues esto sucede, y más de lo que pensáis. La práctica y el dominio del lugar en el que hablaremos es importantísimo a este respecto.

Una buena kinesia va a denotar que tenemos seguridad en lo que estamos diciendo; en nuestro trabajo. Creará un ambiente de confianza entre los espectadores, captará mejor su atención y la escucha será más activa y comprensiva.

¿Todo un descubrimiento, verdad? Sin embargo no hay que tomarlo a la ligera, porque de ser una estatua a convertirte en miembro de un cuerpo de baile hay una distancia muy pequeña. Mídela concienzudamente y aplica el refrán de “en un término medio consiste la buena virtud”, o lo que es lo mismo, un exceso de kinesia puede espantarte al público.

Expresarse en público: Proxémica

Es la mejor amiga de kinesia, y también la más prudente.

Proxémica es la que cuando estás en lo más alto y casi te lanzas a abrazar al tribunal te dice: “te estás pasando”. Entonces tú decides calibrar el espacio personal entre vosotros y no invadir a nadie.

Por si el ejemplo no ha sido suficientemente claro; la proxémica es la encargada de que la comunicación sea cercana y agradable, sin pasar los límites y convertirla en una situación violenta.

El caso contrario se daría si existe un exceso de distanciamiento (sin tener en cuenta las excepcionales medidas actuales). Éste se interpretaría como frialdad o desconfianza.

Así que, queridos luducompis aplicad desde el principio estos pequeños consejos. Serán de mucha utilidad una vez los interioricéis en vuestra práctica diaria para expresarse en público.

¡Ánimo! 🙂

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